BUENOS AIRES (Télam) – La discusión legislativa del proyecto para garantizar una jubilación del 82% del salario mínimo ha suscitado interpretaciones dispares dentro y fuera del ámbito del Congreso Nacional.
La oposición, que está promoviendo esta reforma legislativa, ha anunciado que su única preocupación son los ancianos. “Los viejitos, además de una jubilación digna, necesitan remedios. Por eso la ley contemplará la distribución gratuita de un revitalizante cerebral, que les va a ayudar a acordarse hasta el día de las elecciones de que fuimos nosotros los que votamos el aumento”.
El Gobierno Nacional, por su parte, ha planteado su preocupación por el incremento del gasto público ligado a la recomposición de las jubilaciones. Según una fuente oficial, el Gobierno entiende que “la movilidad del 82% significa que a veces puede ser 91% y otras veces (la mayoría) puede ser 26%, 32%, 14%, y así. Esta interpretación es la más favorable a los jubilados, porque lo que mata a nuestros viejitos es la rutina y la monotonía”.
La oposición, que está promoviendo esta reforma legislativa, ha anunciado que su única preocupación son los ancianos. “Los viejitos, además de una jubilación digna, necesitan remedios. Por eso la ley contemplará la distribución gratuita de un revitalizante cerebral, que les va a ayudar a acordarse hasta el día de las elecciones de que fuimos nosotros los que votamos el aumento”.
El Gobierno Nacional, por su parte, ha planteado su preocupación por el incremento del gasto público ligado a la recomposición de las jubilaciones. Según una fuente oficial, el Gobierno entiende que “la movilidad del 82% significa que a veces puede ser 91% y otras veces (la mayoría) puede ser 26%, 32%, 14%, y así. Esta interpretación es la más favorable a los jubilados, porque lo que mata a nuestros viejitos es la rutina y la monotonía”.
El Gobierno también ha tomado posición respecto al salario mínimo que se tomará en cuenta para el cálculo del 82%. Según la misma fuente, “Estrictamente hablando, mínimo significa el valor más bajo posible, y por lo tanto el salario mínimo tiene que ser cero. Por años el Estado engañó a los trabajadores prometiéndoles la imposibilidad matemática de un salario mínimo más alto. Es hora de hacer una reparación histórica por esta indignante mentira”.
El Ombudsman de la Tercera Edad, Eugenio Semino, se opone a esta arbitraria interpretación de la ley. “El Gobierno no puede hacer lo que quiere con las leyes del Congreso Nacional. Cambiando de tema, a los viejitos que me escriben les quiero aclarar que yo soy el Ombudsman, no el chofer del micro que los va a llevar a las Termas de Río Hondo, y que no sé si para entrar en las piletas termales hay que sacarse antes el pañal geriátrico”.
Severino Montes, representante de la Agrupación de Jubilados “Cerca de la luz”, manifestó su felicidad por el tratamiento de la nueva ley. “Una garantía del 82% móvil será un gran logro para nuestros asociados. La artrosis es un gran problema entre nosotros. Con suerte, en un buen día y sin humedad, yo tengo movilidad en el 25% de mis articulaciones. ¡Llegar al 82% será como un milagro!”. Montes acotó: “Lo peor de todo es que, con la vejez, se pone rígido lo que uno quiere móvil y se pone móvil lo que uno quiere rígido”.
No todas las voces desde este sector despliegan la misma algarabía ante esta reforma legislativa. De acuerdo a Pascual Maregatti, de la lista opositora a Montes (pero irónicamente su compañero en las bochas), “Los políticos hablan de que van a aumentar la jubilación de los abuelos, y esto preocupa mucho a los jubilados que nunca han tenido hijos y que ahora están tratando de no quedar afuera de los beneficios”. Al respecto, este medio tuvo acceso a la revista del Hogar Geriátrico “Ver crecer las flores desde abajo”, que en su sección de Clasificados ha publicado el siguiente aviso: “Futuro viejito millonario busca mujer joven y fértil para procrear y después tener nietos. Confidencialidad garantizada porque apenas si me acuerdo donde puse los dientes esta mañana”.
El Ombudsman de la Tercera Edad, Eugenio Semino, se opone a esta arbitraria interpretación de la ley. “El Gobierno no puede hacer lo que quiere con las leyes del Congreso Nacional. Cambiando de tema, a los viejitos que me escriben les quiero aclarar que yo soy el Ombudsman, no el chofer del micro que los va a llevar a las Termas de Río Hondo, y que no sé si para entrar en las piletas termales hay que sacarse antes el pañal geriátrico”.
Severino Montes, representante de la Agrupación de Jubilados “Cerca de la luz”, manifestó su felicidad por el tratamiento de la nueva ley. “Una garantía del 82% móvil será un gran logro para nuestros asociados. La artrosis es un gran problema entre nosotros. Con suerte, en un buen día y sin humedad, yo tengo movilidad en el 25% de mis articulaciones. ¡Llegar al 82% será como un milagro!”. Montes acotó: “Lo peor de todo es que, con la vejez, se pone rígido lo que uno quiere móvil y se pone móvil lo que uno quiere rígido”.
No todas las voces desde este sector despliegan la misma algarabía ante esta reforma legislativa. De acuerdo a Pascual Maregatti, de la lista opositora a Montes (pero irónicamente su compañero en las bochas), “Los políticos hablan de que van a aumentar la jubilación de los abuelos, y esto preocupa mucho a los jubilados que nunca han tenido hijos y que ahora están tratando de no quedar afuera de los beneficios”. Al respecto, este medio tuvo acceso a la revista del Hogar Geriátrico “Ver crecer las flores desde abajo”, que en su sección de Clasificados ha publicado el siguiente aviso: “Futuro viejito millonario busca mujer joven y fértil para procrear y después tener nietos. Confidencialidad garantizada porque apenas si me acuerdo donde puse los dientes esta mañana”.