BUENOS AIRES (DyN) - Este medio ha obtenido acceso exclusivo a una conversación radiofónica entre Mauricio y Franco Macri. Debe recordarse que padre e hijo no mantienen una relación personal estrecha desde hace años y que, hasta el momento, su comunicación se había limitado a transmisiones no consentidas mediante micrófonos ocultos (ver Noticias de Argentina y el mundo del 18 de julio pasado).
La charla que se reproduce a continuación, además de su valor testimonial, arroja luz sobre su actual enfrentamiento público. Agradecemos al radioaficionado que captó la comunicación para ponerla a disposición de nuestros lectores.
Mauricio: Amarillo 1, Amarillo 1, aquí Amarillo 0. Alfa, Bravo, Charlie, la unidad está en posición. ¿Me copia? Cambio.
Franco: Amarillo 0, lo recibo fuerte y claro. Cambio.
Mauricio: Papá, realmente no puedo creer lo que hiciste. Ves que estoy discutiendo con los Kirchner y vos salís a decir que ponés las manos en el fuego por el gobierno.
Franco: Para que veas que también confío en vos, hijo, cuando dije eso tenía puestos unos guantes de amianto especialmente diseñados por la NASA.
Mauricio: Pero papá, ¿sabés cómo me hacés quedar frente a mi mujer, mis hijos, pero sobre todo frente a Rodríguez Larreta?
Franco: Bueno, nene, sabés que soy un gallego impulsivo.
Mauricio: Papá, vos sos italiano.
Franco: En los últimos años me compré varias nacionalidades más. Ya tengo como cincuenta. Es verdad eso de que, cuando tenés demasiada plata, empezás a gastar en cualquier cosa.
Mauricio: Igual no entiendo cómo se te pudo ocurrir decir semejante cosa.
Franco: No sé, hijo. Era de noche, y yo estaba en casa mirando tele, solo. Bueno, completamente solo no, porque también estaban mis 35 abogados. Y con el aburrimiento, se me dio por hacer esa declaración pública. Ya te dije, soy así, arrebatado. Como cuando con tu madre decidimos adoptar.
Mauricio: ¡¿Qué?!
Franco: Eh, nada, hijo, nada.
Mauricio: Bueno, papá, te dejo. Tengo que ir a ver cómo apago este incendio.
Franco: Está bien, hijo. Tené cuidado de no poner las manos en el fuego.
Mauricio: Cambio y fuera.